Me ha parecido magistral la reflexión de Tiscar sobre la falta de autocrítica en la blogosfera:

Redundancia de congresos sobre blogs, seudopatrocinios y seudopublirreportajes, compradores de siempre metidos a bloggers o comprando bloggers, publicidad contextual, participación y egos buscando su masa cautiva.

Por lo tanto empecemos la autocrítica en casa:

Cada vez hay más congresos y eventos sobre blogs, incluso coinciden en fechas. Tanto «sarao» puede lograr que muchos estemos mirándonos el ombligo blogueril y no reflexionemos, como bien comenta Pau.

Personalmente, por un lado defiendo que se invite y acredite a los blogueros a eventos y actos públicos del mismo modo que se hace con la prensa. Pero por otro lado, es cierto que si de las invitaciones o acreditaciones pasamos a los regalos, maravillosos viajes y demás agasajos, corremos el peligro de repetir los ‘vicios adquiridos’ del periodismo actual en la blogosfera o en los nuevos medios ciudadanos que vayan surgiendo. Este tipo de actuaciones comprometen la independencia del profesional y pueden llegar complicar la integridad del bloguero. Al final tendríamos peridiodistas tradicionales con otra denominación. ¿Cómo mantener este equilibrio?, ¿independencia?, ¿honradez?, ¿honestidad?, ¿transparencia?…

Otros nos preocupamos de la publicidad de nuestro blog, de las estadísticas y de las visitas que tenemos para satisfacer nuestro ego.

Mirándonos tanto el ombligo olvidamos que el resto de la sociedad tiene que compartir este mundo (por el momento un poco endogámico) de los blogs y las nuevas formas de comunicación. Nos leemos y comentamos entre nosotros y hemos creado el planeta BLOG para vivir juntos, planeta con gente extraordinaria pero que necesita voces diferentes y más habitantes.